Rubén Blanco Veiga (Mos, 25/07/1995) comenzó con tan sólo seis años de edad su andadura en el fútbol en las filas de la
UD Santa Mariña, un club clásico de formación en el área viguesa. Allí permaneció hasta el primer año de infantiles,
compartiendo vestuario con Yelko Pino o Brais Méndez, ahora compañeros suyos en el Celta. En el equipo de Cotogrande llegó a ganar una Liga y una Copa en la misma temporada.
Rubén empezó a sobresalir en la portería desde muy pequeño. Tal fue su evolución, que
el FC Barcelona estuvo a un paso de llevárselo a la Masía. Sin embargo, Toni Otero (por aquel entonces entrenador de alevines en el Celta), que lo conocía y sabía de su calidad, convenció a su familia para que se quedara en Vigo y fichara por el conjunto celeste.
Llegó a la Madroa con casi doce años de edad, y desde entonces ha estado formándose y mejorando día a día como guardameta,
casi siempre compitiendo con jugadores mayores que él. Su gran explosión como portero le llegaría en la temporada 2011/2012. Comenzó la temporada en el Juvenil División de Honor, pero
sus grandes actuaciones le valieron una oportunidad en el Celta B en Segunda División B, de la mano de Pichi Lucas. Sin embargo, una inoportuna lesión de Yoel -portero del primer equipo-
le hizo subir otra categoría para sentarse en el banquillo del Celta en Segunda División y, todo esto, con 16 años. La vida le cambiaría al joven Rubén, que a pesar de su precocidad entrenaba casi diariamente con la primera plantilla.
Siendo todavía juvenil de segundo año,
en la temporada 2012/2013 ya era titular indiscutible con el Celta B, descendido a Tercera División. Así lo fue durante gran parte de la temporada, hasta que otra lesión -de Sergio, suplente por aquel entonces- le daba la oportunidad de ir con la primera plantilla de nuevo. Estuvo varias semanas siendo un habitual en el banquillo del Celta, pero nuevamente otra lesión -de Javi Varas, el titular- ponía en jaque la temporada del Celta.
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Rubén Blanco fue uno de los héroes en la milagrosa permanencia de la temporada 2012/2013 |
El club vigués estaba en una situación agónica, en la que
se jugaba la permanencia en Primera División, y la tenía que resolver un chaval de tan sólo 17 años. Como si de un veterano se tratase,
Rubén aguantó estoicamente sin encajar un gol en 135 minutos ante Valladolid y Espanyol, haciendo paradas de mucho mérito. Su frialdad fue asombrosa, y sin duda fue uno de los protagonistas en la milagrosa salvación del conjunto que por entonces dirigía Abel Resino.
Tras la llegada de Luis Enrique a Vigo, Yoel y Sergio Álvarez ocuparon las dos plazas en la portería del primer equipo, por lo que
el cancerbero de Mos tuvo que regresar al Celta B otra temporada más, en su último año como juvenil. Durante la temporada 2013/2014 tan sólo pudo disputar un encuentro de Copa del Rey ante el Athletic de Bilbao con el primer equipo, donde el Celta cayó goleado por 4-0.
A lo largo de su carrera,
Rubén ha sido un fijo en las categorías inferiores de la Selección Española desde los 16 años. Ha sido internacional en las categorías sub-16, sub-17, sub-18 sub-19 (disputando el Europeo de Lituania en 2013 y la
Ronda Élite en Balaídos el año pasado) y sub-20. Además,
su estelar progresión ha sido reconocida por los premios del Fútbol Draft de los años 2013 y 2014, formando parte del once de bronce.
Rubén Blanco, un niño con guantes de oro
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Foto: Corbis Images |
El pasado verano, tras la llegada de Eduardo Berizzo,
dio el salto al primer equipo del Celta con apenas 19 años. En pretemporada pugnó con Sergio Álvarez por el puesto de titular, pero la constancia, trabajo y esfuerzo del
'Gato de Catoira' le valieron para gozar de su primer año bajo los palos en Primera División.
Rubén ha vivido un año prácticamente en blanco, pero que le ha valido para aprender y madurar como futbolista. Disputó los cuatro encuentros de Copa del Rey esta campaña, pero ha recibido dos grandes noticias esta temporada.
Fue convocado por primera vez con la Selección Española sub-21 en Agosto de 2014,
debutando el 31 de Marzo de 2015 ante Bielorrusia en un partido plácido que terminó con victoria por 4-0 para el combinado español.
Además,
ha sido premiado por tercer año consecutivo en los premios del Fútbol Draft, ascendiendo esta temporada hasta el once de plata de este popular galardón.
Rubén Blanco tiene unas condiciones innatas para la portería. Con sus 1'88 metros de altura, va muy bien en el
juego aéreo: tiene un gran salto, es ágil y elástico. Posee un
excelente juego de pies -tanto con pierna derecha como con la izquierda-, con un
blocaje de balón muy seguro y una gran facilidad para estar
correctamente posicionado.