El día perfecto de Santi Mina

12 de abril de 2015
El canterano anotó cuatro goles del 6-1 que el Celta le endosó al Rayo Vallecano
La noche de ayer en Balaídos fue el partido soñado para Santi Mina, un  encuentro que se preveía vistoso con ambos equipos con unas alineaciones y características ofensivas, y que además comenzaba con suspense tras adelantarse el Rayo Vallecano a los pocos segundos del comienzo.

Pero ese gol sería un espejismo dentro de un partido 'perfecto' para el Celta, pero por encima de todo para un jugador, Santiago Mina Lorenzo. El joven delantero de 19 años anotó cuatro goles durante el encuentro, dos en cada parte y de todas las maneras posibles: con la derecha, con la izquierda, de cabeza y picándola por encima del portero...

Los cuatro goles, anotados en apenas 36 minutos -20, 39, 50 y 56- suponen además la consecución de varios registros históricos. Por una parte es el jugador más joven de la Liga en anotar cuatro goles en un mismo encuentro en la historia reciente de Primera División, superando los registros de Cristiano Ronaldo y Lionel Messi, que lo consiguieron con 25 y 22 años respectivamente.

A lo largo de toda la historia, es el cuarto jugador más joven en anotar cuatro goles en la Liga, ya que hace 85 años, Iraragorri marcó cuatro goles con el Athletic de Bilbao con 17 años y 358 días en el año 1930 (Dato ofrecido por @pedritonumeros), Pombo lo hizo con el Racing en 1934 y Jaime Lazcano en 1929. Y más datos -por si fuera poco- un gallego no anotaba cuatro goles en Primera desde 1956, cuando Luis Suárez los hacía con el FC Barcelona ante el Atlético de Madrid en Les Corts.

En el Celta, por otra parte, el récord de goles en un encuentro es para Hermidita con cinco goles en 1952, seguido por Juan del Pino y de nuevo Hermidita con 4 tantos en un mismo encuentro; el último jugador del Celta en alcanzar un registro como el de Santi, fue Mori en 1979. Podéis ampliar estos datos en el blog de Celta Historia.

Nada más terminar el encuentro, Santi corrió a recoger el balón situado tras la portería de Marcador; era suyo y se lo merecía más que nadie. En su partido soñado, en su casa y ante su gente. Un golpe sobre la mesa del canterano para demostrar al Celtismo y al mundo que está ahí, en un club en el que como afirmaba a la conclusión del encuentro "mientras el Celta no me diga que salga, quiero seguir en Vigo".


Publicado por Edgar Garrido