Entre Lezama y A Madroa

17 de octubre de 2014
Foto: Xoan Carlos Gil
El Celta ha convertido la cantera en el eje central del proyecto que lidera desde hace más de ocho años Carlos Mouriño. Es la 'niña bonita' del presidente, el árbol que da los frutos de los que se siente más orgulloso el dirigente celeste. Pero si hay un club que históricamente ha sabido extraer el máximo partido a los jugadores formados en sus categorías inferiores ése es el próximo rival del Celta, el Athletic Club de Bilbao. El suyo es un caso único cuyo mérito no radica sólo en el hecho de jugar únicamente con futbolistas de la tierra, sino también en los resultados obtenidos con las limitaciones que su filosofía conlleva en un fútbol cada día más global. Sin ir más lejos, es uno de los tres equipos, junto a Barcelona y Real Madrid, que siempre ha militado en Primera División. Pero al contrario de lo que sucede con los dos 'grandes' del fútbol español, el Athletic no se dedica a fichar a los mejores futbolistas del mundo para mantenerse en lo más alto, sino que se nutre principalmente de los 'cachorros' formados en Lezama y completa su plantilla con jugadores hechos en otros clubes vascos o navarros. Como no podía ser de otra manera, es el equipo de la máxima categoría con más canteranos en su primer equipo, seguido de la Real Sociedad, el Barcelona y el Celta, que ocupa el cuarto lugar de esta meritoria clasificación.

Dieciocho de los veinticuatro futbolistas que forman el plantel que dirige el 'Txingurri' Valverde pasaron por las categorías inferiores del Athletic. Muchos no son bilbaínos y ni siquiera vizcaínos, pero llegaron muy jóvenes a Lezama gracias a la magnífica red de ojeadores del club, responsable de la contratación a una edad muy temprana de futbolistas que han llegado a ser internacionales como Muniain o San José –navarros ambos– o el propio Aymeric Laporte, que ya ha defendido los colores de la sub-21 francesa. Son sólo tres ejemplos del buen trabajo del Athletic no sólo en la formación de jugadores, sino también en la captación de los mismos.

El Celta ha tratado de seguir el mismo camino en los últimos años. Aunque Carlos Mouriño siempre ha defendido que la apuesta por la cantera se realiza por convicción, no deja de ser cierto que el auge de los jugadores formados en A Madroa coincidió con la precariedad económica del club tras el proceso concursal iniciado en 2008 y su continuidad durante cinco años consecutivos en Segunda División. Sea como fuere, por necesidad o convicción, lo cierto es que el Celta regresó a la élite de la mano de una generación de canteranos que comenzó a ganar protagonismo con Eusebio Sacristán y se afianzó con Paco Herrera.

El Celta logró el ascenso en la temporada 2011/2012 con once canteranos en una plantilla de veintiún miembros. Pero no era una presencia testimonial, sino protagonista. Siete de los jugadores más utilizados por Herrera habían pasado antes por equipos de la cantera: Yoel, Mallo, Túñez, Lago, Álex López, Oubiña y Aspas.

Desde entonces se produjo un cambio generacional. Se fueron canteranos como los ya citados Yoel, Túñez, Lago y Aspas, además de otros que también tuvieron mucho peso en el equipo durante el último lustro como Toni, Dani Abalo o Jonathan Vila. Pero el Celta no ha dejado de apostar por la cantera. En su lugar ha subido al primer equipo a otros jugadores formados en A Madroa como Rubén Blanco, Levy Madinda, Jonny, David Costas o Santi Mina. El resultado es que a día de hoy el Celta cuenta con un primer equipo con veintiún jugadores, nueve de los cuales son canteranos. Es el cuarto mejor equipo de Primera en este sentido, pero con el importante matiz de que muchos de esos canteranos no están jugando. De hecho, cuatro de ellos ni siquiera se han estrenado: Rubén, Costas, Mina y Oubiña, este último por lesión.

No obstante, el Celta puede seguir presumiendo de ser uno de los equipos que más cuenta con su cantera. El objetivo, tal y como ha destacado Carlos Mouriño en varias ocasiones, es que aproximadamente la mitad de la plantilla esté formada por gente de la casa. Luego es el entrenador el que decide cómo reparte los minutos.

El segundo equipo con más canteranos en sus filas, tras el Athletic, es la Real Sociedad, prueba de la impresionante capacidad formativa del fútbol base del País Vasco. Y en tercer lugar está el Barcelona, otro club que desde hace años se ha esmerado y mucho en la formación de jugadores. De La Masía han salido futbolistas de talla mundial como Messi, Iniesta, Xavi, Piqué, Busquets o Víctor Valdés, así como otros que han hecho carrera en otros equipos de la máxima categoría. Tres de ellos, por ejemplo, la empiezan en el Celta: Fontás, Planas y Sergi Gómez.

En el polo opuesto de los cuatro clubes ya mencionados están aquellos sin apenas canteranos en su primer equipo. Elche, Getafe, Sevilla y Córdoba tienen sólo uno y el Granada, ninguno.


Publicado por Redacción


Fuente: Atlántico Diario