La fina diferencia entre la deportividad y el odio irracional

3 de abril de 2015
Benjamines de Celta y Dépor antes de iniciar su viaje a Íscar
En Semana Santa, con la excusa del parón del campeonato liguero, muchos equipos aprovechan para acudir a torneos de escala nacional, e incluso, internacional. En A Madroa esto viene siendo una tradición de hace ya muchos años, adonde los canteranos celestes acuden para medir su nivel ante canteras de muy diversa procedencia.

El objetivo está claro: competir y mantener la idea de juego que caracteriza a las categorías inferiores del Celta. El trofeo de campeones no es más que un reconocimiento al trabajo de un torneo, donde en muchas ocasiones influyen factores ajenos al juego. Por ello, el hecho de tener un estilo reconocido -tanto en el propio juego como en lo extradeportivo- a veces vale más que cualquier copa.

Con la deportividad y la rivalidad sana por bandera, Celta y Deportivo acordaron compartir autobús en los viajes a sus respectivos torneos. Esta es una iniciativa pionera dentro de los dos máximos exponentes del fútbol gallego, un ejemplo de colaboración de elevado contenido simbólico que sirve de ejemplo para ambas aficiones. "Un Celta-Dépor debe de ser un excusa para convertir el fútbol en una fiesta alegre y divertida", declaró Sergio Martín, entrenador del Cadete A.

Concretamente, los equipos Cadete A y Benjamín A de Celta y Deportivo viajaron juntos esta Semana Santa. Los Cadetes se desplazaron a Zaragoza para participar en el prestigioso torneo César Augusta, en el que comparten cartel con equipos como Real Madrid o Fútbol Club Barcelona. Este torneo tiene lugar entre los días dos y cinco del mes de Abril.

Por su parte, los equipos del Benjamín A de Celta y Deportivo se desplazaron en el mismo autobús a Iscar (Valladolid) para participar en la Iscar Cup, trofeo de enorme nivel en el que los célticos compartieron grupo con equipos como Real Madrid, Barcelona o Villarreal.

Las redes sociales, una jauría de energúmenos

"Este gesto de los Clubes tiene que tener algún retorno por parte de las masas sociales", comentaba Sergio Martín, entrenador de los cadetes del Celta. El técnico celeste entiendía que este tipo de dinámicas mandan un mensaje de "conciliación y deportividad" a los aficionados.

En Vigo se han leído mensajes de aprobación y aplauso por parte de los aficionados del Celta en cuanto el propio club vigués anunció en este tweet esta gran iniciativa. La acogida fue correcta y sin ningún tipo de rechazo.

Sin embargo, llama la atención los mensajes que lanzaron los twitteros deportivistas cuando su propio Club anunció esta iniciativa. Algunos de los mensajes, como podéis leer en la imagen del margen, están cargandos de odio, rencor, aborrecimiento... y fuera de toda lógica.

Cabe recordar que los chavales que compartieron autobuses tienen 9 y 16 años. Es decir, estamos hablando de niños y que muchos de ellos ya se conocen, son compañeros de Selección Gallega y llevan ya muchos años jugando juntos.

Con este artículo no quiero sembrar ninguna polémica; simplemente, el fondo de este mensaje está en conocer la importancia de fomentar los valores positivos en este deporte desde que los jóvenes futbolistas empiezan a jugar. Y es que, como vemos en estos casos, la diferencia entre la deportividad y el odio irracional es una línea muy fina.

Reportaje en Deportes Cuatro sobre la iniciativa:


Publicado por Berto Carballo