El Celta B se asegura su permanencia en Segunda División B por octava temporada consecutiva

8 de mayo de 2020
Los jugadores del Celta B, celebrando una victoria esta temporada

En el día de hoy, la Comisión Delegada de la Real Federación Española de Fútbol ratificó la decisión de la Junta Directiva de la RFEF de resolver las competiciones no profesionales. Esta establece finalizar las ligas regulares de las competiciones federativas de ámbito estatal sin descensos, así como disputar la fase final o play-off, en el caso de haberlo, en formato exprés y sin afluencia de público, "salvo en categorías juveniles donde se da por terminada la temporada y se practican los ascensos". Según alega el ente federativo, la decisión ha sido tomada "teniendo en cuenta la información del Ministerio de Sanidad y del Consejo Superior de Deportes, estando condicionada a la evolución de la pandemia y a las recomendaciones de estos dos órganos de gobierno".

La consecuencia más clara en lo que a las categorías inferiores del RC Celta nos concierne es la salvación del Celta B. El filial celeste, instalado en la zona baja de la clasificación, había conseguido abandonar los puestos de descenso antes de que la pandemia del COVID-19 obligara a suspender temporalmente la competición. Una mejoría clasificatoria en la que tuvieron influencia los refuerzos del mercado invernal y el buen estado de forma de futbolistas como Yeboah, que está marcando las diferencias en el frente del ataque celeste. Pero, sobre todo, la clave del progreso del Celta B fue la llegada de Onésimo al banquillo de Barreiro.

La derrota ante el Las Rozas de vigesimosegunda jornada de Liga, que supuso la destitución de los hermanos Montes, colocó al Celta B en decimoctava posición a tres puntos del play-out y a cuatro de la salvación. Desde entonces, ya con el entrenador vallisoletano al mando, el segundo equipo céltico consiguió cuatro victorias (Peña Deportiva, Las Palmas Atlético, Rayo Majadahonda y Sanse), un empate (Marino de Luanco) y una derrota ante el Langreo que se fraguó con dos fatídicos goles encajados en el tiempo de descuento.

Esto es, el Celta B consiguió trece de dieciocho puntos posibles tras la llegada de Onésimo, logrando tres victorias consecutivas en las tres últimas jornadas, lo que le permitió abandonar los puestos de descenso. Un filial celeste que, además de estar fuera de las últimas cuatro posiciones, certifica su permanencia en Segunda División B por octava temporada consecutiva, después del ascenso cosechado en el verano de 2013.


Publicado por Redacción