Celta Campeche | Parte 2: Una escuela formativa y de valores

21 de enero de 2015
Fotos cedidas por Celta Campeche
Este es el segundo artículo de una serie de cuatro en los que trataremos de acercar un poco más la historia, curiosidades y toda la información posible acerca de como funciona la Escuela del Celta en Campeche.

Desde la primera etapa del proyecto, cuando se comenzó a realizar el estudio del entorno, la dirección de la Escuela entendió que el carácter de la misma tenía que ser ante todo formativo. Todavía faltaba mucho por hacer antes de plantearse grandes retos competitivos.

Empezando por la asistencia, la puntualidad y la organización en las tareas más básicas, había muchas pequeñas victorias que conseguir en el proyecto antes de pensar en torneos de alto nivel o metodologías de entrenamiento más avanzadas.

Por ello, decidieron sustentar todo el trabajo en unos valores muy concretos e indiscutibles, que poco a poco se irían extendiendo a toda la comunidad de futbolistas, familias y sobre todo entrenadores relacionados con la Escuela. De entre todos los valores escogieron uno, el más importante, que sería la piedra sobre la que construír el futuro de la Escuela: COMPROMISO.

Con la experiencia de Héctor trabajando con equipos de cantera, se comenzó a medir la algunos aspectos como la asistencia a los entrenamientos y partidos, que sirvieron para indicar el nivel de compromiso de los niños con la actividad. La consigna es muy clara: los que mas asistencia tengan a entrenamiento serán los que mas juegan. En el caso de que algún niño baje de un 70% de asistencia (excepto por motivos justificados) se considera motivo suficiente para ser dado de baja a final de temporada.

La calidad y el talento tuvieron que quedar en un segundo plano, porque sin ese compromiso de nada servía a largo plazo. Los técnicos de la Escuela confiaron en que la calidad formativa iba a influir positivamente en los padres, y que éstos eran los que iban a elevar el nivel de compromiso de sus hijos.

Pero según nos relatan desde Campeche, estaban equivocados totalmente porque fueron los niños los que comenzaron a elevar el nivel de compromiso de sus padres con la actividad. Ya sea por lo que disfrutaban con la actividad, porque notaban que mejoraban su rendimiento futbolístico, o bien porque sabían que si no asistían al entrenamiento o llegaban tarde tendrían que justificarlo.

Uno de los aspectos en los que se refleja este compromiso es que todos los niños que van convocados a los partidos firman su convocatoria (ver foto arriba), y eso les hace sentirse más comprometidos con el club, con sus compañeros y sobre todo consigo mismos.

Los propios niños comenzaron a estar más comprometidos, y en consecuencia mas competitivos, y con ello se comenzó un camino decidido a alcanzar el lema principal de la Escuela: “Jóvenes campechanos mas competitivos gracias al fútbol, ¡y Celtistas!”

A este compromiso se le unieron otros valores como:

La perseverancia para lograr grandes objetivos a pesar de empezar alejados de los mismos; la excelencia  para hacer bien las cosas, desde la planificación antes del entrenamiento hasta los estiramientos después del partido; la competitividad para luchar por ganar en el campo, y en los retos de la vida; trabajo en equipo como la única forma de lograr resultados extraordinarios y sobretodo CELTISMO.

Uno de los mejores ejemplos de este compromiso es que, independientemente del resultado, las madres y padres de los niños le hacen un pasillo a su hijos para celebrar el esfuerzo. Esto ayuda a acabar siempre con un buen sabor de boca.

Una escuela de fútbol socialmente comprometida:

En relación al carácter formativo y de valores de la Escuela, esto se hace patente con el sistema de becas que permite que los niños de familias con escasos recursos económicos -muchas en este caso- puedan desarrollar las actividades como los demás niños.

Este sistema de becas está sometido a un completo estudio por el equipo de psicólogos y asistentes sociales de la Fundación Juan Camilo Mouriño Terrazo, lo que ha permitido que 21 familias de los chavales se hayan visto beneficiadas  en este año.

Según nos relata el propio Miguel Álvarez, "es de gran importancia que el trabajo del Celta en Campeche favorezca especialmente a niños de colectivos mas desfavorecidos. El nivel de compromiso de estos niños con la Escuela es enorme, ellos serán el motor de muchos éxitos para el Celta en Campeche, y a cambio el Celta trabaja día a día en hacerlos mas competitivos... ¡y celtistas!"


Parte 1: Historia y origen de la iniciativa
Parte 2: Una escuela formativa y de valores
Parte 3: Objetivos y apoyo del club
Parte 4: Instalaciones, categorías y entrenamientos


Publicado por Redacción