Torres Gómez se la juega en Barreiro ante el Burgos CF

28 de enero de 2016
El técnico Torres Gómez vive la situación más delicada desde que llegó al Celta B
Es muy pronto para hablar de encuentros decisivos a estas alturas de campeonato, pero el partido del Celta B ante el Burgos del próximo sábado será lo más parecido a una final. El filial sufrió un duro varapalo el pasado fin de semana tras caer goleado por 4-0 en la cancha del Atlético Astorga, un rival directo al que le sobraron cuarenta y cinco minutos para despachar a los celestes.

El segundo equipo céltico vive una situación muy complicada, pues atraviesa su peor racha de la temporada después de acumular nueve encuentros sin conocer la victoria. El último triunfo tuvo lugar hace más de dos meses, cuando el Celta venció al Sporting en el duelo de filiales del pasado 15 de noviembre. Desde entonces, los pupilos de Torres Gómez sumaron cinco de los últimos 27 puntos posibles tras cosechar cinco empates y cuatro derrotas.

Si tomamos el balance general de la temporada la situación no cambia mucho. El Celta B ocupa la 17ª posición con 21 puntos en su haber tras lograr cinco victorias, seis empates y once derrotas. Los malos números no acaban ahí, pues el filial es el conjunto más goleado de la categoría -ha encajado 41 goles en 22 jornadas- y suma un paupérrimo bagaje como visitante, lo que lo convierte en el peor equipo de la categoría a domicilio tras sumar apenas dos puntos en sus once salidas.

Analizando las causas que pueden llevar a esta mala dinámica, nos encontramos que Torres Gómez no ha podido contar con la totalidad de sus hombres en casi ningún partido. Jugadores como Samu Araújo, Jordan o Fragapane han estado varias jornadas fuera por lesión, mientras que futbolistas importantes como Néstor, Goldar, Alende, Borja Fernández, Pape y Borja Iglesias han sido convocados en varias ocasiones con el primer equipo, lo que debilita a un equipo que no ha podido desarrollar todo su potencial.

Los números no sonríen a Torres Gómez. El técnico madrileño no ha conseguido un puntuaje medio que supere la unidad (0,95 puntos/partido) tras sumar 21 puntos en 22 jornadas. Si hacemos una prorrata a 38 partidos, esta proyección situaría al filial al borde de Tercera División, pues un equipo con 36-37 puntos a final de temporada perdería la categoría en el 95% de los casos.

Sin embargo, el trabajo de Torres Gómez en el filial no está siendo malo si lo analizamos a nivel formativo. Desde el primer día manifestó su firme propósito de apostar por la formación, y así lo ha hecho. No le ha temblado el pulso por alinear a jugadores todavía en edad juvenil (Iván, Alende y Pape), otorgó galones a gente de la casa como Kevin, Borja Fernández o Borja Iglesias y no ha escatimado esfuerzos en tirar del equipo juvenil para cubrir las numerosas ausencias que ha tenido.

Torres Gómez ha sido consecuente con sus palabras y honesto en sus actos, lo que merece mantener esa confianza tan importante en los conjuntos filiales. En A Madroa se puede ver que es un preparador que explica bien, que exige a sus jugadores y también ayuda a los suyos para corregir errores. Sin embargo, ya sea a la hora de plantear los partidos o de manejar los diferentes aspectos del juego, no ha conseguido dar con la tecla necesaria para que los celestes arranquen.

Este sábado el Burgos visita A Madroa en un encuentro fundamental. Torres Gómez se la juega ante un conjunto que tampoco pasa por su mejor momento, pero que seguro planteará problemas. Una batalla en la que no solo el entrenador tendrá que dar la cara, sino que los jugadores también tendrán que ser capaces de demostrar de qué pasta están hechos. Demostrar esa confianza y aplomo que destilaron muchos de ellos a final de la temporada pasada para levantar una situación igual de comprometida.

En definitiva, el Celta B tendrá ante sí una oportunidad muy importante para dar un golpe encima de la mesa y manifestar que son capaces de sacar esto adelante. Todavía quedan muchos puntos en juego, y nada está decidido. Desde aquí tan solo nos queda creer y apoyar en estos chicos, en los que tantas esperanzas hay depositadas. ¡A por ellos!


Publicado por Berto Carballo