Juan Hernández, un delantero con la velocidad y el gol por castigo

19 de abril de 2018
Juan Hernández, delantero del Celta B
El Celta B significa el último escalafón de la cantera celeste. Un peldaño, el del salto al profesionalismo, que supone mucho trabajo y sacrificio, además de estar dotado de unas condiciones que permitan al joven futbolista seguir haciendo lo que él mismo hacía en categorías inferiores, pero bajo una exigencia mucho mayor. Mayor velocidad, ritmo de juego totalmente diferente, rivales que te superan en físico, compañeros con un nivel muy similar al tuyo...

Todos estos factores dificultan el hecho de concentrar a jugadores muy jóvenes en un equipo filial. La Segunda División B, a pesar de ser la tercera categoría del fútbol español, es un peaje tortuoso por el que hay que pasar, y no todos los futbolistas tienen la misma capacidad de asimilación de conceptos y progresión. Por este motivo, siempre recordando que el fin último es la formación, el hecho de incorporar jugadores al segundo equipo del club no supone un tapón para estos chicos, sino que es una forma de dar una estructura sólida al equipo que cimiente las bases del mismo y, por qué no, una oportunidad de incorporar efectivos que puedan ser futuribles del primer equipo.

Precisamente, en el día de hoy analizamos en 'El Rincón de Berto' a uno de esos jugadores que llegó de fuera para reforzar al Celta B. Tras una temporada más que notable, este año ha conseguido adaptar su juego a las exigencias y, con ello, su nivel futbolístico ha experimentado un salto exponencial, siendo el máximo goleador del filial celeste y uno de los jugadores más destacados del Grupo I de Segunda División B. Hablamos de Juan Hernández, máximo goleador y uno de los estandartes del segundo equipo celeste.

Juan Hernández García (Lorca, 06/02/1994) se formó en las categorías inferiores del La Hoya Lorca CF. Tras ir ascendiendo categorías en el club de su localidad natal, el atacante murciano se fue al Granada CF en edad juvenil. Durante su periplo en el conjunto nazarí, Juan entrenó en alguna ocasión con el primer equipo a las órdenes de Juan Antonio Anquela y, en la temporada 2012/2013, alternó su presencia con el equipo juvenil del Granada y con su filial, que por aquel entonces militaba en Tercera División.

Finalizada su etapa en Granada, Juan Hernández regresó a La Hoya Lorca en una temporada en la que el equipo murciano, tras finalizar en segunda posición del Grupo IV de Segunda B, llegó hasta la segunda eliminatoria del play-off de ascenso a Segunda División, cayendo derrotado por L'Hospitalet. El joven atacante, que tan solo disputó doce encuentros de Liga en la temporada 2013/2014, participó en 17 encuentros de Liga y en uno de Copa del Rey al año siguiente, una campaña en la que el conjunto lorquino bajó hasta la 13ª posición.

Con una treintena de partidos a su espalda en la división de bronce del fútbol español, Juan Hernández decidió hacer las maletas para enrolarse en las filas del Getafe B. Su decisión no le pudo salir mejor, ya que disputó un total de 31 partidos de Liga -24 como titular- en los que firmó siete goles. A pesar de que el filial del conjunto azulón descendió de categoría, el atacante logró hacerse un nombre en la categoría y llamó la atención de varios clubes de panorama nacional.

El Celta fue el conjunto que se hizo con sus servicios, incorporándolo para su filial en el verano de 2016. Un jugador que rindió desde el primer momento a un gran nivel y que solo una pequeña lesión le impidió disputar más minutos. A pesar de ello, alcanzó los 1.978 minutos jugados a lo largo de treinta partidos en los que anotó nueve goles, superando así su récord personal, además de aportar tres asistencias.

Juan Hernández fue uno de los pilares del histórico 'Panda Team'. El 4-4-2 que puso en liza Alejandro Menéndez a lo largo de la temporada le fue como anillo al dedo, siendo el dueño y señor de la banda izquierda del ataque durante gran parte de la temporada, jugando en ocasiones en banda derecha. Como fruto de su regularidad, finalizó en quinta posición de la sección 'MVP Celta B' tras cosechar veinte puntos a lo largo de la temporada. Solamente fue MVP en la jornada 1, pero sus buenas actuaciones le sirvieron para estar muchas veces entre los más destacados.

El Valencia Mestalla se topó en el camino del Celta B en el play-off de ascenso, un filial celeste que caería eliminado en la primera eliminatoria. Esto supuso una gran renovación en el segundo equipo celeste, a pesar de lo cuál Juan Hernández renovó su contrato con el filial por una temporada con opción a otras tres más.

La llegada de Rubén Albés al banquillo del filial supuso un cambio de tuerca para Juan Hernández. El futbolista lorquino, que durante su primera temporada en Vigo se veía un tanto limitado a subir y bajar la línea de cal, tuvo un rol diferente. Albés decidió colocarlo como referencia del ataque del Celta B, un recurso necesario debido a los primeros meses de adaptación de Dennis Eckert al fútbol español tras llegar a Vigo procedente de Alemania.

Juan Hernández no solo respondió con creces, sino que fue un constante quebradero de cabeza para las defensas rivales en el primer tramo de la temporada, que se esperaban a un futbolista más escorado a banda y con menor libertad de movimientos. El exjugador del Getafe B hizo de la velocidad su factor diferencial, demostrando también una variedad de movimientos muy interesante, sin faltar a su cita con el gol.

Los rivales fueron tomándole la medida según fue avanzando la temporada, por lo que Juan ha tenido que regresar a la banda en ocasiones o incluso ha actuado como segundo punta por detrás de Dennis Eckert. A pesar de ello, el futbolista de 24 años de edad es el máximo goleador del Celta B en estos momentos con once tantos en su haber, habiendo participado en más de 2.900 minutos hasta la fecha a lo largo de 33 partidos de Liga.

La velocidad y el gol, las dos armas principales de Juan Hernández

Juan Hernández, en un encuentro con el Celta B esta temporada
Durante su etapa en Vigo, Juan Hernández ha ido moldeando y adaptando su forma de jugar según las circunstancias de cada esquema táctico. Desde su perfil de extremo clásico, cabalgando la banda izquierda de Barreiro en su primer año en el Celta B partido sí y partido también, hasta una posición de falso nueve muy en la línea de lo que se le requiere a un delantero del siglo veintiuno: juego de espaldas, desmarques, apoyo y movilidad por todo el frente de ataque.

Y es que Juan, un velocista por naturaleza, ha sabido aprovechar su principal virtud para ser más decisivo en otros aspectos del juego. Sus desmarques a la espalda de la defensa le permiten ser como un cuchillo en mantequilla. Esto, unido a su buena destreza con el balón en los pies y su capacidad para armar rápido la pierna lo convierte en una seria amenaza para cualquier entramado defensivo debido a la dificultad que entraña marcar de cerca a un jugador con tanta movilidad.

Llegados hasta este punto, ¿qué perfil le permitirá a Juan Hernández explotar como futbolista? El rol clásico de extremo zurdo abierto en banda escasea en el mundo actual, si bien el jugador lorquino ha demostrado durante esta temporada que está preparado para asumir responsabilidades y ser ese futbolista por el cuál fluya gran parte del caudal ofensivo del equipo. Por lo de pronto, ha mejorado sus registros goleadores de la temporada pasada y, con sus goles, está siendo decisivo para un Celta B que, al igual que el propio Juan, sueña con alcanzar cotas mayores.


Publicado por Berto Carballo