Las cinco claves del gran inicio de temporada del Celta B

26 de octubre de 2016
El Celta B es el conjunto revelación del Grupo I de Segunda División B
21 puntos de treinta posibles, con cuatro de margen sobre la quinta plaza y doce sobre el descenso, seis victorias y una única derrota. Las primeras diez jornadas de liga arrojan un balance inmejorable para el Celta B, que se encuentra encaramado a la tercera posición y que, sin duda alguna, es el conjunto revelación del Grupo I hasta el momento.

Ni las previsiones más optimistas podrían imaginar un arranque tan bueno. ¿Cuáles son los motivos que explican que un equipo pase de luchar por el descenso a codearse con los mejores de la categoría en tan solo unos meses? ¿Cómo es posible que un conjunto filial muestre una apariencia tan sólida y organizada en el comienzo de temporada? ¿Qué es lo que más ha cambiado respecto a la temporada pasada? Repasamos cuáles son las cinco claves del exitoso comienzo de la punta de lanza de A Madroa.

1) Alejandro Menéndez y la continuidad de un proyecto

El técnico asturiano llegó al filial el pasado mes de febrero para sustituir a Torres Gómez. Menéndez, en su segunda etapa como técnico del Celta B, resucitó a un equipo que parecía desahuciado. Durante los quince partidos que estuvo al frente del equipo desde su llegada, el segundo equipo céltico sumó 29 de los 45 puntos en juego, lo que lo convirtieron en el tercer mejor club del Grupo I de la Segunda División B durante esta época, solo por detrás de Racing de Santander y Tudelano.

Tras conseguir la salvación con bastante solvencia, el club premió al míster y al cuerpo técnico otorgándoles la continuidad. Ya desde pretemporada se vislumbraba un equipo bastante serio, bien estructurado y con las ideas muy claras.

Con el inicio de la temporada, las buenas sensaciones se tradujeron en puntos, con una disposición táctica característica y que es inamovible para el técnico. Esquema 1-4-4-2, con un doble pivote que fortalece la estructura defensiva del equipo, dos jugadores asociativos en banda (uno más velocista y otro más técnico) y arriba la dupla formada por Borja Iglesias y Hicham.

2) Salto cualitativo y cuantitativo con las ocho incorporaciones

A pesar del proyecto continuista de estilo y cuerpo técnico, las nueve bajas que sufrió el Celta B en verano obligaron a recomponer el equipo con otras tantas incorporaciones. El central Robert Costa (Barcelona B), los laterales Adri Castellano (Almería B) y Agus Medina (Sabadell), el centrocampista Juan Antonio Ros (Barcelona B), los extremos Juan Hernández (Getafe B), João Camacho (Nacional) y Juan Mera (Sporting B), el delantero Hicham (Almería B) y el regreso de Adri Rodríguez (cedido en el Alondras) permitieron a Menéndez contar con un equipo de garantías.

Hicham y Juan Hernández han sido los más destacados en este inicio de temporada, con cuatro y dos goles, respectivamente. João y Mera son jugadores importantes de rotación, mientras que Agus, Castellano, Ros y Adri Rodríguez son perfectos complementos para el equipo. Robert, por su parte, apura las últimas semanas de recuperación tras una lesión sufrida en verano.

A ello hay que sumar el continuo crecimiento de Gus Ledes y Roger Riera, jugadores traídos durante el pasado mercado de invierno y que son vitales para el preparador gijonense. En definitiva, fichajes de calidad contrastada y que han dado un saldo de nivel importante al equipo, tanto a nivel cualitativo como cuantitativo.

3) Paso adelante de los jugadores 'made in A Madroa'

Durante el mercado estival hubo ciertas críticas acerca de la poca presencia en el Celta B de jugadores formados en A Madroa. Sin embargo, Alejandro Menéndez se ha apoyado en ellos no solo para rellenar cupo, sino para ser pilares importantes del once titular.

Iván Villar, tras bajar del primer equipo, es indiscutible otro año más en la portería, mientras que Diego Alende se erigió como la pareja de baile de Roger Riera en el centro de la zaga. Kevin y Samu Araújo son los dueños de los laterales, mientras que Borja Fernández es una auténtica garantía en el centro del campo. Borja Iglesias, que cumple su cuarto año en el Celta B, empezó la temporada como un tiro y está dispuesto a mejorar sus registros goleadores.

Por su parte, Brais Méndez ha sido la gran apuesta de Alejandro Menéndez esta temporada. El mediapunta subió al filial tras finalizar su etapa como juvenil y está respondiendo de manera notable a la confianza que el míster está depositando en él.

4) Un fortín llamado Barreiro

Una de las claves para competir en Segunda División B reside en ser un equipo fuerte como local. El Celta no solo está cumpliendo esta premisa, sino que además es el tercer mejor equipo del Grupo I cuando juega ante su público. El filial ha conseguido trece de sus 21 puntos en Barreiro, luego de sumar cuatro victorias y un empate en los cinco partidos disputados hasta el momento.

Precisamente, el único partido que el segundo equipo céltico no venció fue ante el Racing de Santander, conjunto que hasta la pasada jornada se mantenía invicto y que sufrió muchísimo en su visita a Vigo. Esto habla a las claras de la gran fortaleza del Celta B como locatario. Los rivales acostumbran a jugar bastante replegados, lo que implica menor riesgo en la salida de balón y la posibilidad de protagonizar la posesión del esférico.

5) ¡Vaya panda!

Durante las últimas semanas, los jugadores del Celta B se han referido al equipo como el 'Panda Team'. Borja Iglesias explicó recientemente el origen de este calificativo, un mote que engloba a todos y que ayuda a la unión del vestuario. En las diversas entrevistas concedidas a los medios de comunicación, tanto Menéndez como los jugadores destacan siempre la buena relación que hay entre todos, lo que es indudablemente otro factor decisivo para que la situación deportiva sea favorable.

¿Dónde está el techo del Celta B?

Nadie duda de que el objetivo principal del filial es conseguir la salvación, algo que, analizando la situación actual, se va cumpliendo con creces. Así las cosas, es francamente difícil que el Celta B pueda mantener este ritmo durante las 38 jornadas de Liga, por lo que la forma en la que el equipo sepa superar los obstáculos determinará si será posible alcanzar cotas mayores.

Por el momento es muy pronto para tirar de calculadora. Todavía queda mucha Liga, y lo lógico es que los equipos vayan apretando con el paso de las jornadas. Sin embargo, el 'Panda Team' se ha ganado el derecho a soñar, un sueño del que todavía hay muchas aventuras por vivir.


Publicado por Berto Carballo