El Celta B puso el broche final a una temporada de muchos vaivenes

18 de mayo de 2016
El Celta B despidió la temporada en undécima posición con 50 puntos
El pasado fin de semana, el Celta B despidió la temporada con victoria ante el Valladolid B en Barreiro gracias al doblete de Fragapane y los goles de David Goldar y Samu Araújo. Esta victoria, unida al pinchazo del CD Izarra ante el CP Cacereño, permite al filial celeste cerrar el campeonato de Liga en undécima posición con 50 puntos, una clasificación bastante honrosa después de un final de temporada extraordinario en cuanto a puntuación.

Tras lograr la salvación en la temporada 2014/2015 de la mano de Toni Otero, que ponía rumbo a Lugo para ponerse al frente de la dirección deportiva del club, Carlos Hugo García-Bayón -nuevo director de la cantera- eligió al técnico Javier Torres Gómez para dotar de estabilidad a un filial demasiado desnortado durante los últimos años.

Para ello contó con una plantilla bastante renovada respecto al año anterior, con la subida de varios jugadores procedentes del Juvenil A y las incorporaciones de Guille Andrés, Lucas Olaza, Franco Fragapane y Rubén Ramiro para reforzar al equipo en las líneas más débiles.

Torres Gómez, que desde su llegada a Vigo incidió en priorizar la formación sobre los resultados, tomó posesión de un equipo con bastante talento, pero que lo demostraba a cuentagotas. Esto podría explicar el fenómeno tan raro que se dio durante la primera fase de la temporada y que nosotros bautizamos como 'síndrome de Dr. Jekyll y Mr. Hyde': el Celta B era un equipo bastante notable en sus encuentros como local pero, cuando tenía que jugar como visitante, todas las circunstancias se volvían en contra para un filial que no lograba estrenar su casillero de victorias a domicilio.

Para dar la vuelta a la situación, además de paciencia, la dirección del conjunto vigués acudió de forma voraz al mercado de invierno. Durante el mes de enero se registraron un total de nueve movimientos, siendo cuatro de ellos nuevas incorporaciones: el defensa Roger Riera, el centrocampista Gus Ledes, el mediapunta Adri Cuevas y el delantero Pedro Martín.

Así las cosas, los resultados no llegaron y Torres Gómez fue destituido a principios de febrero tras no poder superar un 'match-ball' ante el Burgos CF en Barreiro. Los números no sonrieron al preparador madrileño, que en 22 partidos tan solo fue capaz de cosechar 21 puntos. En su lugar llegaría Alejandro Menéndez en su segunda etapa en el club, que tenía la difícil tarea de salvar a un Celta B que se veía colista tras caer ante la Arandina en el estreno del técnico asturiano.

La victoria ante el Guijuelo la semana siguiente, además de romper una racha de noventa días sin ganar, permitía iniciar la etapa más destacada del filial esta temporada. Durante los quince partidos que Menéndez estuvo al frente del equipo el Celta B sumó 29 de los 45 puntos en juego, lo que le convirtieron en el tercer mejor club del Grupo I de la Segunda División B durante esta época, solo por detrás de Racing de Santander y Tudelano.

Una de las claves para entender el nuevo rumbo del filial fue el radical cambio de tendencia en los resultados fuera de casa. El segundo equipo céltico paso de ser el peor visitante de la categoría a mantenerse invicto durante la etapa de Menéndez, sumando un empate y seis victorias consecutivas en el tramo final de temporada, algo impensable meses atrás.

Otra de las claves de la mejoría del Celta B estuvo en la aportación de los jugadores incorporados en el mercado de invierno. Riera se asentó en el eje de la defensa junto a Jonathan de Amo, Ledes y Cuevas sumaron idénticas estadísticas (dos goles y una asistencia) y Pedro Martín firmó tres dianas. Además, el técnico logró recuperar la mejor versión de Borja Iglesias y desatar la faceta goleadora de Fragapane.

A pesar de todo lo sucedido, tanto lo bueno como lo malo, el filial ha conseguido mantenerse un año más en la categoría, una temporada difícil que esperemos haya servido para aprender de los posibles errores para no volver a cometerlos de cara al futuro. Se avecina un verano cargado de incógnitas de cara a una nueva campaña en la que será muy importante que el Celta B acierte desde el primer día para evitar el sufrimiento de las últimas temporadas.

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Publicado por Berto Carballo